Las palabras
convencen pero los hechos arrasan:
La sabiduría que
encierra esta frase es arrolladora, cuantas palabras bonitas y de buena
voluntad escuchamos y repetimos sin embargo el testimonio que vemos y que damos
deja mucho que desear. Cuando decimos a alguien: “Te amo” ¿refleja nuestro actuar esa palabra?, cuando
decimos “Soy cristiano” ¿realmente hacemos lo que Cristo haría? ¿Ayudamos a
quienes no tienen que comer?, ¿visitamos y consolamos a los enfermos?, ¿Vestimos
a los desnudos?,¿Visitamos a l que está en la cárcel?
Que nuestros
hechos sean el reflejo de nuestras
palabras.
El Ché haciendo trabajo voluntario
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